domingo, 23 de noviembre de 2008

Primer capítulo.


El primer capítulo es una introducción situacional sobre el personaje y su ambiente. En realidad, es el ambiente y la realidad que él mismo se crea, no la realidad real, para llamarla de alguna forma.

La armadurael caballo,etc. son los elementos que Cervantes nos describe de manera tan ingeniosa, para que nosotros, los lectores, podamos entrar en su mundo, y así compartir con él su sueño, su realidad:

Don Quijote crea un escenario real para su fantasía y decide convertirse en un caballero andante. En primer lugar, necesita una buena armadura. Así pues, va a buscar las armaduras de su bisabuelo, pero le faltan algunas piezas y él las acaba con cartón. El Quijote se viste como dos siglos atrás de la época que vive.

Además, necesita un nombre, un buen nombre para un caballero, así que decide nombrarse Don Quijote, un nombre cómico e hiperbólico.

Sin caballo no hay caballero, así que al caballo rocín, le pone Rocinante.

Ahora ya viste como un caballero, tiene nombre de caballero y caballo, pero le falta una bella Dama. La campesina Aldonza Lorenzo se convierte en su preciosa Dama, Dulcinea del Toboso.

Ahora ya nos hemos hecho la fantasía como si el personaje hubiera existido de verdad.

El prólogo.


Todos al oír Quijote pensamos: ‘En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…’. Antes de estas intensas palabras encontramos un prólogo que da mucho que pensar.

El prólogo trata del mismo prólogo, de las dudas que tiene Cervantes al ponerse a escribir esta parte de la novela:

“Porque te sé decir que, aunque me costó algún trabajo componerla, ninguno tuve por mayor que hacer esta prefacción que vas leyendo. Muchas veces tomé la pluma para escribille, y muchas la dejé, por no saber lo que escribiría; y estando una suspenso, con el papel delante, la pluma en la oreja, el codo en el bufete y la mano en la mejilla, pensando lo que diría […] le dije que pensaba en el prólogo que había de hacer a la historia de don Quijote”.

El autor utiliza el diálogo con un falso amigo para llenar las páginas en blanco para describir el panorama del momento en que vive y así puede exponer sus ideas. Este recurso está presente en la literatura, ya que su uso tiene como primera finalidad captar la atención del lector.
Lo que hace Cervantes en este prólogo es aparentar ser un hombre de poca cultura y así poner de manifiesto la pedantería de otros autores.

En el prólogo nos encontramos poemas que le escriben los personajes de caballerías al Quijote. Son de clave cómica y rompen con la frontera entre el libro y la fantasía.

Cervantes se da cuenta que ha cumplido su objetivo. Ya ha matado a los libros de caballerías, pues los encuentra perniciosos, vacíos. Su obra es muy arriesgada, ya que fueron libros con mucho éxito entre los lectores de la época. Cervantes tiene claro que todo el mundo puede leer el Quijote porque todo el mundo puede encontrar ‘ese que’ en el libro.

La verdad es que hasta el momento ignoraba las características del prólogo, pero me parece muy interesante la exposición y el planteamiento de Cervantes.

lunes, 10 de noviembre de 2008

El autor.

Miguel de Cervantes Saavedra, novelista, poeta y dramaturgo español. Supónese que nació el 29 de Septiembre de 1547 enAlcalá de Hanares y murió el 22 de abril de 1616 en Madrid, pero fue enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce esta fecha como la de su muerte. Es considerado la máxima figura de la literatura española. Es universalmente conocido, sobre todo por haber escrito El ingeniosa hidalgo Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha dado el sobrenombre de Príncipe de los Ingenios.

Para descubrir más detalles de su vida pulsar aquí.

-Un pequeño fragmento de su vida: Este video nos narra la batalla de Lepanto, donde Cervantes recibe dos disparos de arcabuz en el pecho, en tanto que un tercero le hace perder el uso de la mano izquierda; de ahí el sobrenombre que le daría la posteridad: «El manco de Lepanto».


jueves, 6 de noviembre de 2008

Un buen compañero de viaje.


Hace unos años, en segundo de ESO el mismo profesor nos contó la vida de Cervantes y algunas aventuras del célebre caballero. Me acuerdo perfectamente de la intensidad que viví aquellas clases, recuerdo esas aventuras, esas vivencias con mucha magia, es decir, me introduje mucho en el papel y a partir de aquí realizamos una redacción. En ella teníamos que imaginar una historia de caballeros andantes, empecé a escribir y a escribir hasta que tuve que crear un final porque aquello, para mi, no tenía fin. Puede parecer un poco exagerado y ficticio pero no es así, fue tal el efecto Quijote que empecé a leerlo pero no pase de las quince páginas. Mi decepción de aquel momento a llegado a crear mucho respeto, distancia y incluso podría decir que miedo hacía dicho libro.

No he querido saber nada más de él hasta estos días… De nuevo las clases me han recordado que el Quijote está ahí y quizás ahora o de aquí unos años ya tenga suficiente madurez para empezar a leerlo de nuevo. Eso sí, con una nueva visión.