martes, 17 de febrero de 2009


Durante estos meses hemos trabajado con las aventuras de Don Quijote, cada una de nosotras a partir de los blogs hemos descubierto el mundo que rodea esta novela.
Sin duda ha sido una experiencia gratificante y muy interesante pero que tan solo nos ha permitido introducirnos en una parte de ella.
En clase leímos la muerte de Don Quijote y hoy estoy creando la muerte del blog. Un blog que empecé con muchas ganas y que cierro con un poco de tristeza. Porque me ha quedado en el tintero alguna que otra idea que no he podido realizar…
Desde mi punto de vista toda la aventura de Don Quijote es un desafío a la muerte, un anciano que es maltratado y humillado hasta que su cuerpo decide no resistir más. Durante todo su viaje, todo su sueño, Don Quijote se salva de una y mil aventuras hasta que es vencido por el caballero de la Blanca Luna y regresa a su casa donde Alonso Quijano muere acompañado de los suyos pero nuestro protagonista no muere, se mantiene inmortal hasta nuestros días. Se mantendrá vivo por mucho tiempo.
El Quijote está ahí y algún día volverá a caer sobre mis manos, quizás lo viviré de otra forma, pero seguro que recordaré las clases entre nuestras paredes verdes.


"El truco cervantino consiste en que Don Quijote
no es el que muere en Alonso Quijano,
sino éste, a menos que traslademos el hecho
real de la muerte a la muerte de una metáfora" (Fernando Rielo)

jueves, 29 de enero de 2009

Salvador Dalí y Don Quijote.





Para relacionar nuestra ciudad y nuestro libro no hay mejor forma que hacerlo con un artista de la talla de Dalí. Así pues, dejo aquí algunos cuadros del autor que nos recuerdan al caballero andante.




"La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco" Salvador Dalí.

domingo, 25 de enero de 2009

miércoles, 21 de enero de 2009

Acerca de la vida.

No se puede hallar una obra más profunda y poderosa que el Quijote. Hasta el momento es la grande y última palabra de la mente humana. Es la ironía más amarga que puede expresar el hombre. Y si el mundo se acabase, y en el Más Allá -en algún lugar- alguien preguntase al hombre: «Bien, ¿has comprendido tu vida, y qué has concluido?» Entonces el hombre podría, silenciosamente, entregarle el Don Quijote. «Éstas son mis conclusiones acerca de la vida, y tú, ¿me puedes criticar por ello?» No insisto en que el hombre estuviese completamente correcto, pero...

FEDOR DOSTOIEVSKI, Diario de un escritor (1873-1876)

martes, 6 de enero de 2009

CAPITULO XXVI

Don Quijote daba tumbos desnudo, mientras que Sancho decide irse para no ver más sandeces.
Don Quijote se compara con el caballero Roldán y Amadís de Gaula, y, él sin perder el juicio y hace locuras, alcanza fama de enamorado.
Sancho Panza se va cuando el caballero de la triste figura está en medio del monte, cantando coplas y poemas sobre la belleza y bondad de su querida amada.
Cuendo vuelve el escudero Don Quijote está totalmente desfigurado.

Sancho Panza llega a los puertas de la venta sobre Rocinante. Aparecen el cura y el barbero y le preguntan cual es el paradero de Don Quijote. Si Sancho no les dice dónde se encuentra, querrá decir que lo ha matado, y por tanto, se ve obligado a desvelar su paradero.
Contó todas las aventuras que habían vivido hasta el momento y el encargo que le había hecho su amo, pero justo en ese momento se da cuenta de que no lleva el librillo para Dulcinea del Toboso.
El liciado y Sancho intentan reescribir la carta, ya que Sancho la recordaba vagamente.
El cura y el barbero deciden disfrazarse de doncella y escudero. La falsa doncella pediría un Don que él no podrá rechazar. Así pues, lo sacarán del monte para intentar remediar su locura.

CAPITULO XXXII

Los protagonistas llegan a la venta donde les reciben con alegría. La ventera y el barbero arreglan cuentas, Don Quijote se acuesta porque estaba muy quebrantado y falto de juicio. Los demás comen, menos Sancho, durante la sobremesa hablan sobre la extraña locura de Don Quijote. También hablan sobre los libros de caballerías.
El ventero y su familia opinan que estos libros son buenos ya que se leen en voz alta cuando hay tiempo de siega, cada uno encuentra mayor placer en cosas distintas. El cura les recrimina esa pasión por dichos libros. Sancho oye decir al cura: con lo único que está de acuerdo es que estos tiempos no son de caballeros andantes, esto le produce preocupación y dudas sobre el éxito de sus viajes con su señor Quijote.
El cura ve una obra de ocho pliegues escritos a mano con un título que decía así: “Novela del curioso impertinente”. Cardemio le rogó al cura que la leyese de modo que todos la oyesen.

CAPITULO XXVII

El cura y el barbero han ideado un plan para que Don Quijote vuelva de las montañas: uno se disfraza de doncella y otro de escudero.
Empiezan el camino y más tarde encuentran a Sancho Panza cerca de las montañas. El escudero de nuestro protagonista se hecha a reír al ver aquel montaje.
El cura y el barbero, sosegados, descansan en una sombra y oyen una voz que recita sobre la hora, el tiempo y la soledad. Esta voz pertenece a Cardenio, que les pide que escuchen su historia: estando en relaciones serias con Luscinda, recibe una carta de ésta animándole a consumar el matrimonio. Confía en su señor, don Fernando, para que realice los trámites previos mientras él se ausenta unos días para realizar un encargo del propio don Fernando. Sin embargo, es el propio don Fernando el que pide matrimonio a Luscinda, aprovechando la ausencia del amado. A todo esto, Cardenio recibe una carta de manos de un enviado de Luscinda que la informa del giro inesperado de los acontecimientos, y retorna a toda prisa a casa de Luscinda.Consigue hablar con ella antes de la boda y ella le promete suicidarse antes que casarse con otro, pero llegado el momento, ella no cumple su promesa y se casa con don Fernando. Cardenio presencia este momento a escondidas. Se siente totalmente engañado y decide irse a unas montañas perdidas. Desde entonces vaga por esos montes, donde se encuentra con Don Quijote, y relata su triste historia de amor.
Cide Hamete Benengeli decide dar fin a la tercera parte de la narración.

CAPITULO XXXIII

El cura empieza a leer la novela del curioso impertinente.
Anselmo y Lotario están unidos por una fuerte amistad. Estos dos personajes vivían en Florencia, ciudad rica y famosa de Italia.
Anselmo a diferencia de Lotario se dedicaba a los pasatiempos amorosos.
Anselmo andaba perdido de amores por Camila, una doncella de buenos padres y muy buena. Se casan y le propone a Lotario que ponga a prueba la honestidad y fidelidad de su querida esposa.
Lotario se resista a la proposición de su estimado amigo pero, es tal la insistencia de Anselmo que accede a interpretar una farsa, en la cual, se enamora de Camila.

CAPITULO XXXIV

Anselmo se encuentra fuera de su casa, se quedan en ella su amigo Lotario y Camila. Camila escribe una carta a Anselmo en la que expresa su sospecha de que Lotario la intenta conquistar, y para evitarlo le ruega que vuelva lo antes posible.
Hasta el regreso de su querido marido intenta resistirse a los halagos de Lotario, pero él sigue intentando enamorar a la bella Camila y puso tanta insistencia que lo consigue.
Ambos se enamoran, Lotario no quiso decirle a Camila la pretención de Anselmo.
Anselmo vuelve y su amigo Lotario le dice que tiene una mujer digna de ejemplo y corona. El desconfiado marido queda contento pero insiste que Lotario siga su cortejo como curiosidad.
Anselmo que pide el porqué de aquella carta y ella le cuenta que tan sólo han sido imaginaciones suyas, pero que ahora ya estaba desengañada. Su marido le asegura que Lotario nunca lo traicionaría.
Camila le rogó a Leonela, la sirvienta, que no contara nada. Como que Camila queda atrapa ante las palabras de su criada tiene que aceptar a dejar dormir a su novio en su propia casa.
Lotario ve salir al novio de la criada y cree que de la misma manera que había sido fácil seducirla, ella se encontraba con otro hombre. Él le cuenta que su mujer está con otro hombre y crean un plan para desenmascararla. Más tarde Camila le explica a Lotario que tiene una pena muy grande en el corazón, que le aprieta, que parece que quiere reventar en el pecho.
Lotario no se cree las palabras de ella pero finalmente se cree su sinceridad, le confiesa que han creado una plan los dos amigos.
Camila, enfurecida con Lotario por desconfiar de su amor, prepara un plan junto a Lotario y Leonela para que Anselmo, el hombre más sabrosamente engañado que pudo haber en el mundo, se convenza de su honestidad.

CAPITULO XXXV

Sancho Panza sale del cuarto donde dormía Don Quijote para pedir ayuda, debido a la curtida batalla emprendida por el caballero con un gigante, y cuando entran dentro, descubre que la sangre que había esparcida por todas partes era vino, y la cabeza del gigante era un cuero cortado.
Don Quijote con la vestimenta de dormir, lucha contra el gigante con los ojos cerrados, está soñando.
Al ver tal desastre, el ventero arremete a puños contra el caballero pero el cura y Cardemio los separan. Vierten un cubo de agua fría del pozo para despertar a Don Quijote, que a pesar de los puños seguía dormido. Sancho asegura haber visto cortar la cabeza del gigante con sus propios ojos, pero el ventero asegura que le pagarán los destrozos.
Dorotea y Sancho Panza se consuelan, y tranquilizados todos, el cura reemprende la lectura.
Acuestan de nuevo a Don Quijote.

Anselmo oye ruidos en el aposento de Leonela, y al entrar ve a un hombre saltando por la ventana. Leonela le dice que es su esposo secreto. Ella le promete decirle cosas de gran interés para Anselmo ya que él no se cree los hechos.
Anselmo se encuentra a Camila. Está preocupada porque Leonela puede desvelar su secreto. Huye a casa de Lotario la misma noche con todas las joyas.
Lotario llevo a Camila a un monasterio y él se ausenta en la ciudad.
Anselmo al despertar, descubre que no está Leonela, que ha escapado por la ventana, no Camila, que a dejado los cofres abiertos. Va a buscar a su amigo Lotario, y descubre que tampoco está. Al volver a su casa, han desaparecido todos los criados. Cierra la casa para irse a casa de un amigo y, al hacer una parada de descanso por la noche, un hombre a caballo le cuenta que por la ciudad se cuenta la hazaña de Lotario. Al llegar a casa del amigo escribe en la cama dónde acaba falleciendo, dejando a medias una carta para Camila.

El cura concluye diciendo que no ve del todo verídica tanta estupidez por parte de Anselmo.

CAPITULO XXXVI

El ventero alerta que se acerca a la venta una hermosa tropa de huéspedes. En ella se encuentra una mujer en un sillón. Al llegar, la sientan en una silla. No muestra su rostro y tampoco respondía a las cuestiones del cura y Dorotea.
Sobresaltada, empezó a gritar, le cayó el tafetón y descubrió una hermosa incomparable y un rostro milagroso.
Don Fernando se abraza a Luscinda cuando ella, recogida por el barbero, se desmaya. Acude el cura a echarle agua en la cara. Don Fernando queda muerto al ver a Dorotea.
Luscinda, Cardemio, don Francisco y Dorotea se quedan mudos, casi sin saber lo que les ha pasado.
Dorotea se arrodilla a los pies de don Fernando derramando lágrimas, diciéndole que él le pertenece y que Luscinda es de Cardemio. Dorotea le pide que le ame como ella lo hace, porque ha dado toda su voluntad por él.
Luscinda escuchaba a Dorotea con sentimiento pero no se soltaba en ningún momento de don Francisco.
Al cabo de un buen rato, el caballero se dirije a la humilde labradora, mientras suelta a su amada de sus brazos. Don Fernando acepta a Dorotea en sus brazos y le da a Cardemio Luscinda.
Don Francisco le cuenta a Dorotea que Cardemio la quiso matar. Ella sale de casa de sus padres en secreto para refugiarse en un monasterio toda la vida.

lunes, 5 de enero de 2009

CAPITULO XXXVIII

El capítulo consiste en el discurso de Don Quijote al respecto de las letras y las armas.
Relata los peligros y los sacrificios a los que se exponen los letrados y los soldados.
Los letrados son víctima del sacrificio, el hambre, la desnudez, los dolores de cabeza etc Los soldados se enfrentan a la muerte constantemente, y menciona respeto a las armas de fuego ya que llegan a ser muy malas.
Comenta también Don Quijote que es más fácil premiar a dos mil letrados que a treinta mil soldados.
Resalta también el hidalgo caballero ya que él ha empezado tarde en el ejercicio de caballero.

CAPITULO LII

Don Quijote y el cabrero se atizan estando todos con regocijo y comida. Suena una triste trompeta que detiene la pelea entre Don Quijote y el cabrero.

El cabrero pone en duda el estado mental de Don Quijote, lo que conlleva a una encarnizada pelea de la cual los dos salen maltrechos. La pelea termina al triste son de una trompeta, que no es otra cosa que una procesión de encapuchados, y cree que llevan una dama presa.
El hidalgo caballero emprende combate con uno de los portadores de la imagen de la virgen, que tumba a Don Quijote de un solo golpe.
El cura de nuestra historia encuentra a un cura conocido dentro de la procesión y le da explicaciones del estado del caballero.
Todos creen que Don Quijote está muerto, pero despierta entre sollozos de Sancho Panza, que le convence de volver al hogar a reponer fuerzas para próximas aventuras.
Don Quijote vuelve a su pueblo en un carro y acaba en su lecho reponiendo fuerzas.